Pregón de las Fiestas Patronales de Navas del Selpillar en Honor de Nuestra Señora Virgen de los Remedios. (2022)
Pregonero
Pedro Antonio Romero de la Rubia
"Dios te salve, Reina y Madre de los Remedios
En tí confié mi inspiración
Y ahora en tí, mi voz confío"
Buenas noches, reverendo y Cura-Párroco D. Fernando Martín, miembros de la Junta de Gobierno de la Cofradía de María Santísima de los Remedios, Señor alcalde de Lucena D. Juan Pérez, alcaldesa pedánea Dña. Roció Montes, resto de autoridades civiles, compañeros y amigos de la Corporación Local de Moriles, D. Francisco Hidalgo, Cura-Párroco de mi pueblo, corte de Honor, Hermano Mayor Honorífico, vecinas y vecinos de Las Navas, amigas y amigos todos.
Sean bienvenidos a este solemne Acto que viene a honrar a Nuestra Madre y proclamar las Fiestas en su honor.
En primer lugar, y antes de sumergiros en mi intervención, quiero dar las gracias a mi presentadora. A mi querida tita Carmen. La menor de mis tíos por parte de padre. La que siempre, siempre, trata de sacarme una sonrisa.
GRACIAS por tus palabras, pero sobre todo, GRACIAS por emocionarte el día que te llamé para pedirte, "sin ningún compromiso", que fueses mi presentadora en un día como hoy.
Y como no, GRACIAS por decirme que sí.
En segundo lugar, agradecer a la Junta de Gobierno de la Cofradía de María Santísima de los Remedios por mi elección como Pregonero de las Fiestas en Honor a nuestra Madre para el año 2020.
Sí, han escuchado bien, para el año 2020.
Aún recuerdo aquel Marzo de 2020 cuando me citasteis a las 4 de la tarde en vuestra sede en los antiguos colegios para darme el mal rato. Mal rato que poco a poco se fue convirtiendo en una alegría, y a día de hoy, delante de vosotros, puedo decir que se ha convertido en un auténtico privilegio. Sigo pensando que no hay motivos suficientes para que yo sea la persona encargada de esta designación, pero espero que, al terminar, vosotros sí consigan darme un motivo.
Dos años en los que mi labor como Pregonero se ha venido posponiendo por razones evidentes y que todo el mundo conocemos.
Dos años en los que un maldito bicho ha venido a revolver nuestras vidas, y que por su culpa, seamos menos los que hoy nos encontremos aquí de forma presencial.
Y sí, digo de forma presencial porque estoy seguro, que aquí junto al Manto de nuestra Madre, se encuentran todas esas personas, que desde el cielo, tampoco han querido perderse como este año, Las Navas si volverá a ver a su Madre por sus calles vestida de Reina.
"Ayuda y consuela, anima y alienta,
sostén nuestro camino especialmente cuando estamos con los pies cansados
y tenemos la tentación de tambalearnos y caer"
Desde aquí, mi agradecimiento a todas aquellas personas que han colaborado y siguen haciéndolo para que esta pandemia, acabe cuando antes con las menos perdidas personales posibles.
Es de recibo agradecer y es de recibo recordar a los que ya no están. Y solo pido una cosa, por ellos, dejemos la tristeza atrás por un momento y disfrutemos de este acto.
Me reitero en mis palabras y a día de hoy, pese a ser un gran privilegio y un honor para mí ser el Pregonero de vuestras Fiestas, queridos paisanos, sigo sin encontrar motivos suficientes para tal tarea.
Una vez aceptada esta gran tarea, si algo tenía claro para mi pregón era que quería centrarme en la Virgen de los Remedios y en sus fiestas desde dentro. De mi vida personal, por mi boca, vais a escuchar lo justo.
A mis 27 años, muchas han sido las vivencias que he tenido junto a mi familia y mis amigos de Las Navas, pero quería que este pregón sea por y para ellos, sea por y para vosotros, intentando ser lo mas justo y real posible.
Para ello, he querido preguntar a mis familiares y amigos que están esta noche aquí escuchándome, como viven ellos su Feria. Eso, sumado a mis propias vivencias, han hecho posible que este pregón tenga un contenido, según mi criterio, real y que estoy seguro de que os sentiréis identificados.
Si consigo hacer esto, yo me doy por satisfecho. Y solo con esto, ya habré encontrado la razón por la que hoy estoy aquí delante de todos vosotros.
Ahora sí, os tiendo mi mano
y os invito a que me acompañéis en este Pregón
y viajemos juntos por los días más importantes
en torno a nuestra Reina de los Remedios.
Como ha dicho mi presentadora... perdona tita, a partir de ahora te llamaré presentadora... nos hemos subido al atril y ahora tenemos otro papel que no es familiar, y ya tu sabes para una vez que le dan un carguillo a uno, hay que creérselo.
Como os iba contando, y como ha dicho mi presentadora, de pequeño he pasado gran parte de mi vida aquí en Las Navas, en casa de mis abuelos Araceli y Cristóbal, el Cartero.
El olor a picón, el pan recién hecho de la panadería de Cabello o los columpios de la estación han formado parte de mi vida.
Años más tarde, mis abuelos Antonio el Ancla y Araceli, se vinieron de Moriles a vivir a esta maravillosa aldea, y fue ahí cuando continué mis vivencias aquí.
Los gusanitos que compraba mi abuela en el Chupa cuando su mente comenzaba a despistarse o la tienda de la Mamen son otros de los recuerdos que tengo almacenados en mis recuerdos.
Entre una casa y otra, yo vivía en un cortijo al lado de La Camila, y recuerdo un día de Abril decir de venir a casa de los abuelos, y mis padres decirme, no podemos ir, porque hoy es la Romería de Las Navas y está la carretera cortada.
Y ahí, queridos amigos, comienza todo, como si de un sueño se tratase.
Todo el que piense que los cultos en honor a nuestra Madre comienza en Agosto, se equivoca completamente.
La Romería en Honor a la Virgen de los Remedios da el pistoletazo de salida a las fechas festivas que se aproximan. Se que no es así, pero en el corazón de los naveños y naveñas si lo es.
Especialmente para las naveñas.
Digo especialmente para ellas porque son las mujeres las encargadas de llevar sobre sus hombros a su Madre. Me cuenta mi tía que el ambiente desde la primera junta de Santeras hasta que dejan a María Santísima de los Remedios en su casa después de la Romería, es inigualable.
La emoción y el llevarse bien con las compañeras es lo que les caracteriza.
¡QUE SUERTE Y QUE HONOR TIENE LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS DE TENER A ESTE GRUPO DE MUJERES A SUS PLANTAS!
Y es aquí cuando todo comienza de nuevo.
Es aquí cuando realmente todo cobra sentido.
La preciosa cara de nuestra Madre deslumbra entre los tirabuzones de su pelo.
El Niño como el más divino pastorcillo.
Cobijados por un templete de plata y rodeada de un friso de flores. María Santísima de los Remedios pasea en Romería al son de cohetes y tambores.
Una vez la Señora en su casa, toca esperar para lo más grande que tiene Las Navas, las Fiestas en honor a su Patrona.
Comienza Agosto, las calles comienzan a llenarse de alambres y cables. Esto solo anuncia una cosa, pronto estarán colocadas las luces en sus calles para iluminar, un año más, la Feria tan deseada y esperada.
Comienzan a llegar aquellos antiguos vecinos, amigos y familiares que solo vemos de feria en feria, pero que tantas ganas tenemos de ello.
Los niños van y vienen para ver si ya han venido los cacharritos de la Feria, los cuales formarán parte de su hogar durante los próximos días.
Abrimos el armario, desenfundamos los trajes de flamenco y gitana, las mantillas y los zapatos.
Nos preparamos para comprar los últimos detalles y vemos el cartel anunciador pegado por todas partes.
Ahora sí, Las Navas está de Feria.
El pistoletazo de salida se pega en jueves, que según mi prima, es el jueves de los reencuentros.
Es ese día donde todos somos hermanos, ese día donde todos somos familia.
Ese día donde tenemos una imperdible cita.
El Pregón de nuestra Feria.
En la placita de la entrada de la Iglesia, ya se encuentra en su Altar efímero nuestra Madre, con sus mejores galas, para escuchar las palabras de tan celebres personas, o en este caso, una persona como yo, que es todo lo contario.
Después esa pincelada de juventud y tercera edad. Turno de la coronación de nuestras Damas. Ellas que con la frente bien alta y llena de orgullo serán las representantes de su pueblo en su Fiestas Patronales.
Termina el acto y vamos todos a compartir nuestro primer día de feria. Una copa de vino o una tapa en la Bodeguita o en El Ventorrillo ponen broche de oro temprano para lo que nos espera.
Amanece el viernes al son de un cohete, y después, el tradicional juego de los sacos.
Las calles se llenan de color y olor a flores.
Algo se cuece.
Campeonatos de dominó o de cartas.
Los nervios se palpan en el ambiente.
Últimos retoques a los vestidos de gitana y las carreras de última hora.
Llega la ofrenda de flores.
Desde los antiguos colegios, una marea de lunares y volantes acompañados de las mejores flores parten hacia la casa de la flor mas Hermosa, Nuestra Señora de los Remedios.
Bendito privilegio el que tienen las damas de honor.
Recogen las promesas en forma de flores de todo su pueblo y lo colocan a las plantas de la Señora. Flores, que al día siguiente formarán parte de la mejor de las estampas.
Un poco de baile en la caseta municipal, un paseo rápido a los niños en los cacharritos y para casa. Que hay que descansar porque mañana será un día grande.
Amanece el sábado, de nuevo con un cohete, y ahora sí, el día grande ya ha llegado. Rápido, que llegamos tarde a la misa de 12. Misa en la que las mejores voces del Coro se reúnen para cantarle a su Virgen.
Todo tiempo con ella es poco.
Pero hay que irse. La Virgen se tiene que preparar, porque en unas horas, lo que hace meses hacía vestida de pastora, hoy, lo hará vestida de Reina y recorrerá cada rincón de su aldea.
Pero antes, cada santero coloca su almohadilla en el lugar correcto. Ahora sí, el momento ha llegado.
Para apaciguar los nervios, concurso de churros y unas carreras de cintas.
Esto lo vi por primera vez en una cinta de video en la que aparecía mi abuelo Cristóbal junto al Vaquero y Cordero, intentando coger cintas montados en un carrillo de la obra.
Este día, mi prima dice que apenas come, porque los nervios le pueden. Y es que no es para menos.
¿Qué salla y manto llevará?. Cómo irá adornada... pronto se descubrirá.
Siete menos algo de la tarde, quedada de santeros y mantillas para ir al son de los tambores a buscar a su Madre.
Una vez en la Iglesia, se abre la puerta pequeña durante un instante.
El justo para que sus santeros entren a rezarle y puedan colocarse. Dice mi amigo, que como este intimo instante, no hay otro igual.
Del interior de la Iglesia, con las puertas cerradas, se oye solo la voz del Manijero.
¡VIVA LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS!
Entre aplausos, se abren las puertas.
La Virgen sale radiante a la calle.
Comienza so procesión triunfal por su pueblo.
Miradas de oración, vivas, palmas y alguna que otra lágrima.
La Virgen pasea sin prisa sobre los hombros de sus santeros, entre un camino de velas y promesas y a los sones del tambor que marca el paso. Paso que hace unos años tocaba mi padre junto a mi tío, y a día de hoy, solo lo hace mi tío junto a varios jóvenes de este bendito pueblo.
La noche se acaba, la Virgen llega al Pilar, a la altura del Ventorrillo, la Virgen se da la vuelta para despedirse, un año más, de sus calles abarrotadas.
¡Que el año que viene pueda verte otra vez, Madre mía!
Sube la cuesta de la Iglesia entre aplausos de sus devotos y los suspiros de sus santeros.
¡QUE SUERTE Y QUE HONOR TIENE LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS DE TENER A ESTE GRUPO DE HOMBRES A SUS PLANTAS!
Llega a la Iglesia, todos queremos que se pare el tiempo. El cielo se ilumina de una impresionante batería de fuegos artificiales, pero no nos olvidemos, que la mayor de las luces está entre nosotros.
Entra nuestra Madre, entre el sonido de las campanas. Hasta otro año, Madre mía. Gracias por permitirme acompañarte un año más. Que el año que viene, no nos falte nadie.
Una vez secadas las lágrimas, toca divertirse en la Caseta Municipal.
Diana del domingo, pero el cohete no suena igual. Al mediodía, la mojada protagoniza este día junto a las sonrisas y la diversión de los más pequeños (y los no tan pequeños).
Por la tarde, toca ponerse guapos para volver a ir a ver a la Virgen. Llega el turno de su misa y su besamanos. Ahora sí que esta más cerca que nunca. Le pedimos por los nuestros, por nosotros. Por los que no están y por los que vendrán. Una vez más, gracias por permitirme estar aquí. Bajamos de la Iglesia y suena la traca final. Pero el final no lo ponen unos petardos, el final lo pone nuestro baile de la escoba.
Aquí es cuando te das cuenta de que, sin pensarlo, han pasado los 4 días más felices de tu vida y que, por suerte, se repiten año a año. Ahora toca descansar y despedir a todos aquellos que en estos días han sido uno más.
Toca volver a la normalidad. Se guardan los trajes de gitana, se limpian los zapatos y la estampa del besamanos queda en un lugar privilegiado. Pero no se olviden, para nuestra Madre, cualquier día es bueno y en su casa os estará esperando.
Ahora sí, los días grandes han terminado.
Como he dicho al inicio de este Pregón, en este Pregón e intentado que os sintierais identificados.
Si lo he conseguido, ahora sí que sí, me doy por satisfecho y por fin habré encontrado la razón de mi elección.
Pero si recuerdan, también he dicho que en estos días, todo comienza como un sueño. Pero esto ya no lo es.
Naveños, ¡que estamos a Jueves de reencuentros!.
¡Que estamos a Jueves de Pregón!.
Saca el traje de flamenco y gitana
que las luces ya están encendidas,
prepara tu vela y las flores.
Que mañana toca ofrenda
y pasado ver pasear a la Reina.
No te despistes paisano,
que el tiempo pasa volando.
Aquí, está tu Madre y ELLA te está esperando.
VIVA LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS
VIVA EL PASTORCILLO DIVINO
VIVA LA MADRE DE LOS NAVEÑOS
Y QUE VIVA LA MADRE DE DIOS
25 de Agosto de 2022
Navas del Selpillar
José Sillero Gómez
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