Dedicado a Juan Cabezas

Sueño de mi vida.

  
    En una casita de blanca cal de Las Navas del Selpillar.
Situada entre verdes olivares y viñas dormidas con su sarmiento
Juan Cabezas Rubiano
Nació como un hermoso clavel
Anunciando la noche y el día.


   Tu madre Virtudes, después de verte florecer de su vientre
Le lloró y le rezó a la Virgen de Araceli de Lucena
¡Ay mi Virgen de Araceli! No te apartes de su corazón
Y tu padre  Paco, al verte se emocionó
Viendo en los brazos de su esposa la pasión de su amor.


   De zagalillo corrías por las calles y los olivares
Jugando con pelotas de viejos trapos
Y tirando con una cuerda de los caballitos de cartón
Que llenaban de alegría tu pequeño corazón.

     Mientras soñaba que esos caballitos trotaban de verdad
Trillando las espigas del dorado trigo
Que los segaores con sus hoces, habían cortado de los trigales
Y tú te veías montado en esos caballitos mirando alrededor de la era.

      El sol, la luna y las estrellas
Cuando dejaste de soñar, conociste la llamada del amor
En una bella rosa
De entre todas era la mejor.

     Le conociste en Moriles y su cara relucía entre los olivares
Era tu bella rosa Trini, la rosa de tus verdades
Que se unió a ti en un beso interminable
Paseando por jardines llenos de jazmines y azahares.

     El viento fue borrando los días, los meses y los años
Pasados con alegrías, desengaños, guerra, hambre,
Estraperlo y cartilla de racionamiento.

Junto a tu Trinidad Fernández Nieto y las soledades
Tu querida esposa también un día fue madre
Y, de su vientre lleno de amores
Floreció un jardín de sueños, que te volvió loco de pasión.

    De él te ofreció, dos hermosos claveles
Paco y Juanito
Que brillaban más que las llamas de un crisol.
      Y dos rosas más bellas que la aurora
Antonia y Virtudes
Que nadie igualaría.

     ¡Que bello jardín!
¡Que bello era vuestro amor!
Esos dos claveles y esas dos rosas
Germinaron en un bello jardín de flores
Las más bonitas de tus pensamientos y de tus sueños
Que son tus nietos, que te llenan de caricias y de besos.

      Paco, José Antonio e Inma,
José Manuel, Isabel María, Carmen Belén y Juan.
      Junto a Nati, José María, Pepe y Juana
Llenan tu vida de bonitos recuerdos
En unos campos de margaritas, estrellas y luceros.

       Mientras tu vida fue pasando de feria en feria
De trato en trato.

      Ahora cuando te sientas en tu adorado huerto
Te acuerdas de esas ferias y de esos tratos de ganado
Que cerrabas solo con tu palabra “sagra” y con tu verdad.
       Tu cara morena, azotada por los vientos te hace despertar
Cuando viste por primera vez, esas verónicas de Curro Romero
Que hasta la luna, esa lunita plateada
Brillaba más y mas viéndole torear.

        Por tu mejillas resbalaron los sudores de tu duro trabajar
De pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad
Todos esos pensamientos, se te quitaran
En tu querido pueblo de Las Navas del Selpillar
Ves correr y gritar a tus nietos en libertad
Sin pelotas de viejos trapos ni caballitos de carton
Solo esperando que de sus labios salga la palabra
¡Abuelo!

Dadnos un beso y abrazanos junto a tu corazón.

       Juan Cabezas Rubiano
Tu verdad es la tierra que pisas
El Sol y la Luna que te iluminan
Y tu querida familia, honrada y cabal.

                                                                 Francisco Romero Peña

 Sevilla 22 de octubre de 1998